Carne vs pollo: ¿Cuál es más nutritiva?

Tanto el pollo, como la carne de res, son de las proteínas más consumidas a nivel mundial.

Pero, seguramente nos preguntamos, en una comparación entre carne vs pollo, ¿Cuál representa un consumo más saludable?

Y ¿Cuál entre las dos tiene más beneficios?

En este artículo, conocerás todo sobre estos tipos de carnes, desde su consumo, hasta su impacto en la salud según estudios.

¡Comencemos!

Carne vs pollo

1. Consumo

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Según diferentes estudios y estadísticas, las aves y carne blanca son de las proteínas más consumidas a nivel mundial, poniéndolo en números, para el año 2019, se produjo un consumo de hasta 125 millones de toneladas.

Esto puede deberse a diferentes razones.

Como el precio, ya que los cortes de carne de res suelen ser más costosos que el pollo o también los diferentes estudios asociados a los efectos dañinos de las carnes rojas para el organismo.

Sobre el consumo de carne de res:

Según datos disponibles de la FAO y Our World in Data, los países que encabezaban la lista en el consumo de carne de ternera eran Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Argentina (¿tendrá relación con los asados? Yo creo que sí).

No es un secreto que el consumo de carne está ligado al mundo occidental, de hecho, los países menos desarrollados comen muy poca, por razones de su alto costo y en otros sitios como la India, las vacas son un animal sagrado y su consumo está prohibido.

Otra de las razones para el alza del consumo de la carne de pollo, sobre la carne de res, es el impacto ambiental en su producción.

Esto se debe a diferentes factores, entre ellos, que el ganado libera metano, un gas potente que está ligado con el efecto invernadero y la desforestación. A esto se le suma la degradación de los suelos y mal manejo de la agricultura.

Por todo esto, se puede asociar que el consumo de carne de res se ha reducido en ciertas zonas, mientras en otras (como China) sigue aumentando por su precio-valor.

Por otro lado, diferentes estudios respaldan que si se cambiase el consumo de carnes rojas, por pollo, se podría reducir casi a la mitad los gases nocivos para el planeta.

2. Nutrición

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Siendo ambas una importante fuente de proteínas alrededor del mundo, es lógico querer comparar sus diferentes valores nutricionales y qué aportan a nuestra dieta.

Veamos el porcentaje de proteínas, grasas, nutrientes y más que puedes encontrar en estos dos tipos de carnes:

  • Vitaminas:

El pollo aporta principalmente vitaminas del complejo B, como la Niacina, vitamina B1, B5 y la vitamina B3.

¿Cómo nos beneficia?

Estas vitaminas son fundamentales para poder metabolizar grasas y azúcares en nuestro cuerpo, lo que se traduce en células saludables.

Pero las ventajas del pollo no terminan allí, ya que también contiene minerales, entre ellos:

  • Magnesio
  • Potasio
  • Fósforo
  • Zinc

En cuanto a la carne de res, lo que más se encuentra en su composición es la vitamina B12, además de vitamina D.

También aporta minerales como el hierro, con un porcentaje de 2-4mg por cada 100 gramos, zinc. Diariamente, necesitamos 10mg de hierro al día, así que comer 100 gramos de carne de res proporcionaría más del 20% de los requerimientos diarios.

Sobre los valores nutricionales, el pollo sin dudas es un ganador.

  • Proteínas:

El pollo es conocido por sus proteínas de alta calidad, por algo, es la fuente preferida de atletas. Contiene los 9 aminoácidos esenciales para el organismo y un alto porcentaje de creatina, una sustancia que ayuda a producir masa muscular mucho más rápido.

La carne de res, por otro lado:

Tiene proteínas de alto valor biológico, además de aminoácidos esenciales. El problema con las proteínas de ternera, es que su nivel proteico es absorbido en un menor porcentaje que el pollo.

En cuanto al porcentaje de proteínas, ambos tipos de carne aportan un valor similar, cerca de los 20 gramos por cada 100 gramos consumidos.

  • Grasas:

El porcentaje de grasas encontrado en el pollo es mucho menor en comparación con la carne roja.

Aunque ten en cuenta que también dependerá del corte elegido.

La carne de res, puede llegar a tener hasta un 20% de grasas saturadas en su composición, lo que podría estar ligar a aumento de colesterol en sangre.

Lo mejor siempre es elegir la ternera magra, en porcentaje, por cada 100 gramos de carne, se encuentran 5.4 gramos de grasas, en comparación con el pollo -incluso la pechuga- con valores que están cerca de 6.2 para la pechuga y 9.6 gramos para las demás piezas.

Con el pollo, tenemos la ventaja de que la mayoría de la grasa se encuentra en la piel, algo que solemos quitar al momento de prepararlo.

  • Versatilidad:

El pollo suele ser mucho más versátil, esto porque de un pollo completo, podemos sacar diferentes piezas para preparaciones como: guisos, caldos, sopas, preparaciones al horno, a la brasa.

Por otro lado, la carne, dependerá del tipo de corte elegido, si tenemos carne picada, podrás hacer hamburguesas o una bolognesa, pero no una carne asada.

También, los precios del pollo son menores a los de la carne, así que resulta mucho más versátil elegirlo sobre la res.

  • Niveles de energía:

La carne, tanto de pollo como de res, es una excelente fuente de energía, por su cantidad de proteínas y aminoácidos esenciales.

Comparándolas, el pollo ofrece una energía más rápida, al estar compuesto de fibras de contracción rápida, a diferencia de la res que supone una absorción más lenta por lo que es ideal para actividades de resistencia.

3. Impacto en la salud

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Hablemos sobre los diferentes impactos a la salud del consumo de carne de res y pollo, de esta manera, podrás elegir la proteína que mejor se adapte a tu dieta y alimentación.

  • Impacto cardiovascular:

La Fundación Española del Corazón recomienda disminuir el consumo de carnes rojas para prevenir enfermedades cardiovasculares, algo sustentado en estudios que relacionan la ingesta de esta proteína con mortalidad por dichas enfermedades.

En su lugar, recomiendan el consumo de otro tipo de proteínas, como las legumbres, pescado, claras de huevo y setas.

De igual manera, recomiendan elegir las carnes magras y con poca grasa, como ello sin piel, de esta manera, se busca evitar los efectos adversos de las grasas saturadas.

  • Diabetes:

La Organización Panamericana de la Salud señala que el consumo de carnes rojas y procesadas, está relacionado con la incidencia de nuevos casos de resistencia a la insulina y diabetes mellitus, afectando de manera desfavorable la salud de los participantes del estudio.

Por otro lado, las proteínas del pollo que se pueden incluir en una dieta para personas diabéticas, al ser rico en vitamina B, beneficia a la transformación de grasas, proteínas y carbohidratos en energía.

RECUERDA:

En el caso del pollo, lo mejor es elegir las pechugas, al tener el menor porcentaje de grasas y más proteínas de alto valor biológico.

  • Cáncer:

A diferencia de la carne, la OMS señala que ni el pollo, ni el pescado, han sido evaluados para relacionarlos con la aparición de cáncer.

Por otro lado, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha evaluado tanto la carne roja, como las carnes procesadas y su relación con carcinogenicidad por su consumo.

¿Cuáles son las carnes rojas?

  • Carne de res o vacuno
  • Carne de caballo
  • De toro
  • Jabalíes
  • En resumen: carne proveniente de mamíferos con un color rojo o rosado en estado crudo.

En sus diferentes estudios, destacan aumentos en el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer al consumir este tipo de proteína, aunque este riesgo es realmente mínimo, según la misma OMS.

Debes saber que los métodos de cocción a alta temperatura generan compuestos que pudieran generar riesgo de cáncer.

  • Alergias:

Tanto la carne de res, como el pollo, pueden causar alergias alimentarias al consumirlas en algunas personas.

La alergia a la carne de res se conoce como síndrome de alfa-gal, pudiendo causar reacciones como urticaria, picazón, hinchazón de labios, lengua, garganta, goteo nasal, dolor de estómago, entre otros.

Por otro lado, la alergia al pollo ocurre cuando hay una respuesta negativa del sistema inmune con el contacto con el pollo, con síntomas que van desde lo dermatológico, hasta afectar el sistema inmunitario.

Para ambos casos, lo más recomendable es decantarse por otro tipo de proteína y dejar a un lado aquellas que afectan la salud.

Conclusión: ¿Es mejor la carne de res o el pollo?

Cuando queremos cuidar de nuestra salud, es conveniente elegir el tipo de carnes saludables que sea más nutritiva con un aporte bajo de colesterol, lo que se traduce en: menor porcentaje de grasa.

No quedan dudas en que el pollo es mucho más fácil de digerir y presenta un bajo porcentaje de grasa, pero, si elegimos cortes de carne magra de ternera, también encontraremos grandes beneficios.

Si eliges pollo: recuerda cocinarlo siempre sin piel y elegir piezas como la pechuga o las patas.

Si eliges carnes rojas: limita su consumo a unas 3 veces por semana y elige de igual manera los cortes con menor cantidad de grasa.

Por lo que, ambos tipos de carnes cuentan con beneficios y desventajas, pero, de elegir uno: Nos quedamos con el pollo por su versatilidad, valor nutricional, contenido de grasa y proteínas.

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